La primera vez que entré fue hace tres años. El fin era jugar a un juego de mesa mientras tomaba un café con algunas amigas en un local por el centro. Pero en cuanto traspasé el umbral mi idea cambió completamente.
Anticafé (C/Unión 2, Metro Ópera, en Madrid) no era sólo un sitio para tomar algo a media tarde: moda, gastronomía, música de otras décadas y una decoración de lo más vintage se daban cita en este templo de auténticos devotos del ayer.
Alegre y acogedor, está dividido en diferentes estancias recreadas con diversos muebles antiguos (sofás, mesas, sillas, lámparas...) acogidos por paredes con papeles de colores o azulejos... Todo muy adecuado para ambientar uno de los mayores atractivos de este paraíso escondido en el centro de la capital: su showroom.
La diseñadora Silvia Calles es ahora quien expone y vende sus últimas creaciones. Y digo expone porque son piezas elaboradas artesanalmente repletas de pequeños detalles que las hacen más originales y únicas. Un ejemplo es el broche sobre estas líneas (10 euros). Está cosido a mano y hecho a base de algodón, pasamanería y abalorios, mide 5x5 centímetros y las ilustraciones están termofijadas.
Pero no sólo se trata de broches, la creadora también vende chapas, ilustraciones, camisetas y shopping bags personalizadas una a una de estilo naif, que igualmente se puede adquirir a través de su página web: http://www.mycraftycloset.com/shop_logo_h.php?shop_id=431
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