lunes, 1 de agosto de 2011

El agradable ataque de los vestidos túnica

ASOS












Diane von Furstenberg





La Casa Azul



Topshop





ZARA




Sí, señoras. Estamos ante el ataque de los vestidos túnica. ¿Y a mí qué me parece? Estupendo. Hoy y aquí me declaro fan total de estos vestidos:


1. Sientan bien a todos los cuerpos: gordos y delgados, bajitos y altos.


2. Las opciones son diversas a la hora de combinarlos: con pitillo debajo a modo de camisola, con cinturón finito a la cintura, con cinturón más ancho, sin medias, con medias, con sandalias, con botas, con bailarinas, con leggins...


3. Resultan ideales para un look de día, para ir a currar, por ejemplo. Pero también sirven con un buen peinado que acompañe, un maquillaje favorecedor y unos zapatos y un bolso que tiren para atrás y acompañen para solucionar la la noche.


4. Marc Jacobs y Diane von Furstenberg son dos de los diseñadores que apuestan por ellos y el gusto y las colecciones de ambos, aparte de ser más que ponibles, tienen un gusto y estilazo indiscutibles.


5. Es difícil de distinguir un vestido túnica de una gran marca de uno low cost. Las inspiraciones y los clones son rebuenos.


6. Constituyen un fondo de armario indiscutible y duradero, sobre todo cuando son monocromáticos.


7. Los hay muy diversos en cuanto a largo de manga y de pierna. Pero yo me quedo con los de media manga y corto por encima de las rodillas.


8. No es el típico little black dress en cuanto a corte (muuuy vistísimo), pero puede convertirse en su sustituto.


9. Los hay de todos los precios a consecuencia de la diversidad de tejidos y texturas que existen en el mercado actualmente.


10. Solucionan el estilismo SIEMPRE en esos días en que no sabes que ponerte, lo aseguro.

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